MEMORIA LÓPEZ PINTO/1

martes, 3 de enero de 2017

TORRE DE SANTA ELENA

       La Torre de Santa Elena, conocida como Torre de La Azohía, y en textos antiguos denominada como Torre de Santa Catalina, se encuentra situada sobre la punta de La Azohía, a una altitud de 70 metros sobre el nivel del mar, en el término municipal de Cartagena, a unos 25 km de la ciudad.
        Se trata de la fortificación para la defensa del litoral más antigua que se conserva en el municipio de Cartagena.



ARQUITECTURA

       Diseñada por Juan Bautista Antonelli, ingeniero de Felipe II, se construyó en mampostería ordinaria trabada con mortero de cal por un maestro alarife. De planta hexagonal, con 7 metros de lado en la base, con un pequeño escarpe troncocónico y 16 metros de altura, con muros verticales, consta de 2 pisos abovedados.




        En el primero se encuentra la puerta de entrada, a 4'7 m sobre el nivel del suelo, se accedía a ella mediante una escala de cuerda, desde la restauración de 1989-90 mediante una escalera de caracol de acero y fundición. Dispone de una chimenea y aljibe introducido en la base de la torre, que se abastecía del agua de lluvia recogida de la cubierta.


      Se accede a la segunda planta, y a la terraza, mediante una estrecha escalera de caracol de ladrillo. Esta planta presenta 9 vanos para iluminación del interior y defensa de la torre.





       En la terraza se situaba la artillería, razón de ser de la torre, además de una garita (la letrina), habitación para los torreros y otra para los efectos de artillería. Sobre la puerta de acceso se disponía de un pequeño matacán para la defensa de esta. Estas dependencias desaparecieron con los años y la ruina del edificio, con la restauración promovida por la Comunidad Autónoma no se volvieron a levantar.


HISTORIA

        Corría el año de 1580, cuando se diseña un Plan de Defensa para fortificar el litoral del antiguo reino de Murcia con, hasta 36 torres costeras, desde Águilas a San Pedro del Pinatar. Como es habitual, la lentitud y la falta de dinero, hizo que solo se construyeran 10 (2), y en un periodo muy prolongado en el tiempo: San Juan (Águilas), Cope, Almazarrón, La Azohía, Cap-Negre, Portmán, Cabo de Palos, Encañizada, Estacio y Pinatar. Cumpliendo una doble labor, además de la defensiva, propia de la fortificación. También la fiscal, de represión del contrabando y de las actividades no regladas (como la venta de pescado fuera del ámbito de la Compañía Mayor de la Pesquera de Cartagena)(1), que no cesaría hasta su abandono en el s. XIX.

       La torre de Santa Elena se termina de construir en 1589 (2), según los planos ideados por el ingeniero, de origen italiano, Juan Bautista Antonelli, reinando Felipe II. En su origen, la torre estuvo almenada.

       Fue reformada en el siglo XVIII, en el cartel informativo que hay en su acceso puede verse un plano de esa centuria, con las almenas ya sustituidas por merlones.


Plano del siglo XVIII, situado en el cartel informativo cerca de la torre.
        
         En los años 1706, 1716 y 1741 contaba con 3 cañones (3), sin especificación de tipo.
         En 1788, Ricart decía de ella: «Situada donde termina la cordillera que viene desde Cartagena y defiende la gran ensenada a cuyo O está el puerto de Almazarrón...»«... Su dotación es de 1 alcayde y 3 torreros» (2). Ese año su artillería la componían 1 cañón de hierro de a 8 y otro de a 4, y un cañón de bronce de a 3 con sus pertrechos y municiones (3).
         En 1815, M. Sentmenat afirma sobre ella: «Tiene 5 torreros y 3 piezas. En regular estado de defensa y artillado» (2).
        En 1840, Sedano, Carcelem y Llopis contaban: «...para guerra regular estado. Tiene 2 piezas de hierro de a 12 en mal estado de servicio» (2).
        En 1851 contaba con un cañón de bronce reforzado de a 12. El 18 de abril de ese año, una vez perdido su valor militar, fue entregada al cuerpo de Carabineros, encargado de las aduanas y de la represión del contrabando, con arreglo a las Reales Órdenes de 31 de agosto y 1 de octubre de 1848 (3). Manteniendo su uso hasta 1870, cuando es abandonada por su mal estado de conservación. Por su posición estratégica se proyectó derribarla y construir un fuerte o batería en el mismo emplazamiento, que no se llegó a realizar (2).

Torre de Sta. Elena antes de su rehabilitación
Foto: Memorias de Patrimonio. Intervenciones en el Patrimonio Histórico
 de la Región de Murcia. Inmuebles, Muebles y Etnografía. 1986·1991.
 (Servicio Regional de Patrimonio Histórico, Consejería
 de Cultura y Educación de la C.A.R.M.).

        Transcurre más de un siglo de abandono, que provoca su deterioro y el derrumbe de parte de su estructura, hasta que en el año 1989, mediante un convenio firmado entre la Comunidad Autónoma y el INEM, para la conservación de los castillos de la Región de Murcia, se consolidan estructuras y se restaura la torre, junto a la de Cabo Cope y Las Cumbres (Mazarrón). El 5 de mayo de 1989, se adjudica la obra a la empresa “Francisco Ruiz Cano”, con un presupuesto de 6.264.675 pesetas (37.651'45€). El 3 de mayo de 1990 se realiza la recepción provisional de la obra y el 18 de julio de 1991, la recepción definitiva. Intervinieron en el proyecto los arquitectos de la Consejería de Cultura: Rufina Campuzano, Félix Santiuste, Francisco Javier López y Rafael Pardo. La arqueóloga Ascensión Roldán Romero. El historiador Miguel Ángel Amante Nicolás. Y los arquitectos técnicos: Alberto Iniesta y Juan Carlos Molina (4).

Torre de Sta. Elena durante su restauración.
Foto: Memorias de Patrimonio. Intervenciones en el Patrimonio
 Histórico de la Región de Murcia. Inmuebles, Muebles y Etnografía. 1986·1991.
(Servicio Regional de Patrimonio Histórico, Consejería
 de Cultura y Educación de la C.A.R.M.).
     
       A continuación se reproduce parte de la Memoria elaborada por el Servicio Regional de Patrimonio Histórico sobre las intervenciones realizadas, que por su interés creo que merece ser conocido.

        «El interior… se divide en dos plantas abovedadas accediendo a la segunda planta y cubierta a través de una escalera interior de caracol de la que únicamente quedaban los dos primeros peldaños y las improntas de los peldaños en el muro, habiendo desaparecido todo el último cuerpo que accedía a la terraza.
       La primera planta …disponía únicamente del vano de entrada, una chimenea y un aljibe introducido dentro del relleno...» de la base.


Interior del aljibe

«La segunda planta disponía de ocho vanos, algunos de ellos cegados, y sobre la que descansa un cañón que estaba situado en la cubierta, que cayó a esta planta al hundirse la bóveda de la cubierta y que fue imposible mover con los medios que se disponía. La cubierta existente era de placas de piedra y había desaparecido en un 40%, al haberse hundido parte de la bóveda en la zona de la escalera.


En la segunda planta descansa un cañón que estaba situado en la cubierta,
que cayó a esta planta al hundirse la bóveda de la cubierta y que fue imposible mover
con los medios que se disponía.

        La investigación arqueológica permitió documentar que el pavimento original era de ladrillo colocado a espiga. Aunque no se pudo identificar la altura del antepecho y del remate de la escalera, si existía documentación planimétrica de la torre original.
        En esta primera fase se consolidaron las estructuras exteriores, se reconstruyeron los muros, se apuntaló la bóveda de la cubierta y se abrieron todos los huecos originales...
        Se procede a la restauración de la bóveda de la cubierta, mediante la realización de un zunchado perimetral y una losa nervada de hormigón armado, conectada a la bóveda de piedra existente, construcción de la cubierta con ladrillo macizo, reconstrucción de la escalera interior con doble rasilla y peldaños de ladrillo, picado de todos los paramentos interiores y posterior revoco, pavimentación del nivel de la planta primera y segunda con un pavimento de china y mortero de cal lavado y construcción en hormigón del frente de la chinera dela planta primera donde se gravó la fecha de la restauración.
     ...Para permitir el acceso visitable se planteó como solución común a todas las torres, la construcción de una escalera de caracol exterior, con peldaños independientes de fundición sobre un vástago de acero, barandilla de acero inoxidable 316... utilizando materiales que pudieran resistir al ambiente agresivo sobre el que estaban expuestas».




         En el año 2009, la Demarcación de Costas en Murcia cierra la torre y los accesos, tras gastar 600.000 € en la reparación de la misma: puerta, escalera, aljibe, arreglo y cierre de bóveda del proyector de costa, edificio próximo, habilitación de un mirador en la posición de combate de dicho proyector y arreglo del camino. La torre y su entorno se habían convertido en un vertedero de basuras, con pintadas y roturas de elementos (5). La Demarcación se mostraba entonces dispuesta a «ceder la gestión de las visitas a una asociación que garantice el buen uso del inmueble y gestione de forma responsable su administración»(5). A fecha de hoy eso no se ha producido.

      Por hallarse dentro del dominio público marítimo terrestre, la gestión de la torre y su entorno, depende de, la anteriormente citada, Demarcación de Costas, dependiente de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y el Mar del actual Ministerio de Transición Ecológica.



        La torre de Santa Elena está catalogada como Bien de Interés Cultural en su categoría de “Monumento”, incoándose expediente por parte de la Comunidad Autónoma el 15 de diciembre de 1986, B.O.R.M. de 22 de enero de 1987 (corregido en el del 22-1-1988). Quedando de esta forma protegida por la ley 16/1985 de 25 de junio de 1985 del Patrimonio Histórico Español por la que se establecían medidas de protección para que se pudiera conservar y mostrar a la sociedad para su disfrute y valoración, entendiéndose como “monumento”: aquellos bienes inmuebles que constituyen realizaciones arquitectónicas o de ingeniería, u obras de estructura colosal siempre que tengan interés histórico, artístico, científico o social.









         En las inmediaciones de la torre de Santa Elena, se localizan un par de construcciones que se asemejan con algunos de los proyectores de costa que jalonan la costa cartagenera, como La Torrosa, Cabo de Agua o Punta Negra. Consta de un edificio de techo abovedado para guarecer el proyector; una pequeña explanada delante de él (posición de combate), habilitada como mirador por la Demarcación de Costas; un edificio, a cota superior, que sería el alojamiento de los sirvientes de dicho proyector.




        Respecto a él, lo encontramos señalado como uno de los proyectores de exploración que se establecieron en el Plan de Iluminación del frente marítimo, aprobado el 23 de julio de 1935, junto a los de Cabo Tiñoso, La Terrosa, Cabo de Agua y Cabo Negrete (La Artillería en la defensa de Cartagena y su Base Naval, Federico Santaella Pascual, pag. 244). No volviendo a aparecer referencias en el resto de la obra.




        Aureliano Gómez-Vizcaíno (Castillos y Fortalezas de Cartagena, Aforca 1997, página 75), lo sitúa junto a la torre, construido después de la Guerra Civil para facilitar el tiro nocturno de las baterías de Cabo Tiñoso. Aunque su nombre no aparece entre los que se construyeron durante la Guerra Civil, ni los que se desmontaron una vez terminada esta. Y posterior al fin de la contienda no se levantó ninguno de nueva planta.











BIBLIOGRAFÍA

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