La
Torre de Santa Elena, conocida como Torre de La Azohía, y en textos
antiguos denominada como Torre de Santa Catalina, se encuentra
situada sobre la punta de La Azohía, a una altitud de 70 metros
sobre el nivel del mar, en el término municipal de Cartagena, a unos
25 km de la ciudad.
Se
trata de la fortificación para la defensa del litoral más antigua
que se conserva en el municipio de Cartagena.
ARQUITECTURA
Diseñada
por Juan Bautista Antonelli, ingeniero de Felipe II, se construyó en
mampostería ordinaria trabada con mortero de cal por un maestro alarife. De planta
hexagonal, con 7 metros de lado en la base, con un pequeño escarpe
troncocónico y 16 metros de altura, con muros verticales, consta de
2 pisos abovedados.
En
el primero se encuentra la puerta de entrada, a 4'7 m sobre el nivel
del suelo, se accedía a ella mediante una escala de cuerda, desde la
restauración de 1989-90 mediante una escalera de caracol de acero y
fundición. Dispone de una chimenea y aljibe introducido en la base
de la torre, que se abastecía del agua de lluvia recogida de la
cubierta.
Se
accede a la segunda planta, y a la terraza, mediante una estrecha
escalera de caracol de ladrillo. Esta planta presenta 9 vanos para
iluminación del interior y defensa de la torre.
En
la terraza se situaba la artillería, razón de ser de la torre,
además de una garita (la letrina), habitación para los torreros y
otra para los efectos de artillería. Sobre la puerta de acceso se
disponía de un pequeño matacán para la defensa de esta. Estas
dependencias desaparecieron con los años y la ruina del edificio,
con la restauración promovida por la Comunidad Autónoma no se
volvieron a levantar.
HISTORIA
Corría
el año de 1580, cuando se diseña un Plan de Defensa para fortificar
el litoral del antiguo reino de Murcia con, hasta 36 torres costeras,
desde Águilas a San Pedro del Pinatar. Como es habitual, la lentitud
y la falta de dinero, hizo que solo se construyeran 10 (2), y en un
periodo muy prolongado en el tiempo: San Juan (Águilas), Cope,
Almazarrón, La Azohía, Cap-Negre, Portmán,
Cabo de Palos, Encañizada, Estacio y Pinatar. Cumpliendo una doble
labor, además de la defensiva, propia de la fortificación. También
la fiscal, de represión del contrabando y de las actividades no
regladas (como la venta de pescado fuera del ámbito de la Compañía
Mayor de la Pesquera de Cartagena)(1), que no cesaría hasta su
abandono en el s. XIX.
La
torre de Santa Elena se termina de construir en 1589 (2), según los
planos ideados por el ingeniero, de origen italiano, Juan Bautista
Antonelli, reinando Felipe II. En su origen, la torre estuvo
almenada.
Fue
reformada en el siglo XVIII, en el cartel informativo que hay en su
acceso puede verse un plano de esa centuria, con las almenas ya
sustituidas por merlones.
En los años 1706, 1716 y 1741 contaba con 3 cañones (3), sin especificación de tipo.
Plano del siglo XVIII, situado en el cartel informativo cerca de la torre. |
En los años 1706, 1716 y 1741 contaba con 3 cañones (3), sin especificación de tipo.
En
1788, Ricart decía de ella: «Situada
donde termina la cordillera que viene desde Cartagena y defiende la
gran ensenada a cuyo O está el puerto de Almazarrón...»«... Su
dotación es de 1 alcayde y 3 torreros»
(2). Ese
año su artillería la componían 1 cañón de hierro de a 8 y otro
de a 4, y un cañón de bronce de a 3 con sus pertrechos y municiones
(3).
En
1815, M. Sentmenat afirma sobre ella: «Tiene
5 torreros y 3 piezas. En regular estado de defensa y artillado»
(2).
En
1840, Sedano, Carcelem y Llopis contaban: «...para guerra
regular estado. Tiene 2 piezas de hierro de a 12 en mal estado de
servicio» (2).
En
1851 contaba con un cañón de bronce reforzado de a 12. El 18 de
abril de ese año, una vez perdido su valor militar, fue entregada al
cuerpo de Carabineros, encargado de las aduanas y de la represión
del contrabando, con arreglo a las Reales Órdenes de 31 de agosto y
1 de octubre de 1848 (3). Manteniendo
su uso hasta 1870, cuando es abandonada por su mal estado de
conservación. Por su posición estratégica se proyectó derribarla
y construir un fuerte o batería en el mismo emplazamiento, que no se
llegó a realizar (2).
Transcurre
más de un siglo de abandono, que provoca su deterioro y el derrumbe
de parte de su estructura, hasta que en el año 1989, mediante un
convenio firmado entre la Comunidad Autónoma y el INEM, para la
conservación de los castillos de la Región de Murcia, se consolidan
estructuras y se restaura la torre, junto a la de Cabo Cope y Las
Cumbres (Mazarrón). El 5 de mayo de 1989, se adjudica la obra a la
empresa “Francisco Ruiz Cano”, con un presupuesto de 6.264.675
pesetas (37.651'45€). El 3 de mayo de 1990 se realiza la recepción
provisional de la obra y el 18 de julio de 1991, la recepción
definitiva. Intervinieron en el proyecto los arquitectos de la
Consejería de Cultura: Rufina Campuzano, Félix Santiuste, Francisco
Javier López y Rafael Pardo. La arqueóloga Ascensión Roldán
Romero. El historiador Miguel Ángel Amante Nicolás. Y los
arquitectos técnicos: Alberto Iniesta y Juan Carlos Molina (4).
A continuación se reproduce parte de la Memoria elaborada por el Servicio Regional de Patrimonio Histórico sobre las intervenciones realizadas, que por su interés creo que merece ser conocido.
«El
interior… se divide en dos plantas abovedadas accediendo a la
segunda planta y cubierta a través de una escalera interior de
caracol de la que únicamente quedaban los dos primeros peldaños y
las improntas de los peldaños en el muro, habiendo desaparecido todo
el último cuerpo que accedía a la terraza.
La
primera planta …disponía únicamente del vano de entrada, una
chimenea y un aljibe introducido dentro del relleno...» de
la base.
Interior del aljibe |
«La
segunda planta disponía de ocho vanos, algunos de ellos cegados, y
sobre la que descansa un cañón que estaba situado en la cubierta,
que cayó a esta planta al hundirse la bóveda de la cubierta
y que fue imposible mover con los medios que se disponía.
La cubierta existente era de placas de piedra y había desaparecido
en un 40%, al haberse hundido parte de la bóveda en la zona de la
escalera.
En la segunda planta descansa un cañón que estaba situado en la cubierta, que cayó a esta planta al hundirse la bóveda de la cubierta y que fue imposible mover con los medios que se disponía. |
La
investigación arqueológica permitió documentar que el pavimento
original era de ladrillo colocado a espiga. Aunque no se pudo
identificar la altura del antepecho y del remate de la escalera, si
existía documentación planimétrica de la torre original.
En
esta primera fase se consolidaron las estructuras exteriores, se
reconstruyeron los muros, se apuntaló la bóveda de la cubierta y se
abrieron todos los huecos originales...
Se
procede a la restauración de la bóveda de la cubierta, mediante la
realización de un zunchado perimetral y una losa nervada de hormigón
armado, conectada a la bóveda de piedra existente, construcción de
la cubierta con ladrillo macizo, reconstrucción de la escalera
interior con doble rasilla y peldaños de ladrillo, picado de todos
los paramentos interiores y posterior revoco, pavimentación del
nivel de la planta primera y segunda con un pavimento de china y
mortero de cal lavado y construcción en hormigón del frente de la
chinera dela planta primera donde se gravó la fecha de la
restauración.
...Para
permitir el acceso visitable se planteó como solución común a
todas las torres, la construcción de una escalera de caracol
exterior, con peldaños independientes de fundición sobre un vástago
de acero, barandilla de acero inoxidable 316... utilizando materiales
que pudieran resistir al ambiente agresivo sobre el que estaban
expuestas».
En
el año 2009, la Demarcación de Costas en Murcia cierra la torre y
los accesos, tras gastar 600.000 € en la reparación de la misma:
puerta, escalera, aljibe, arreglo y cierre de bóveda del proyector
de costa, edificio próximo, habilitación de un mirador en la
posición de combate de dicho proyector y arreglo del camino. La
torre y su entorno se habían convertido en un vertedero de basuras,
con pintadas y roturas de elementos (5). La Demarcación se mostraba
entonces dispuesta a «ceder la gestión de las visitas a una
asociación que garantice el buen uso del inmueble y gestione de
forma responsable su administración»(5). A fecha de hoy eso no se
ha producido.
Por
hallarse dentro del dominio público marítimo terrestre, la gestión
de la torre y su entorno, depende de, la anteriormente citada,
Demarcación de Costas, dependiente de la Dirección General de
Sostenibilidad de la Costa y el Mar del actual Ministerio de Transición Ecológica.
La
torre de Santa Elena está catalogada como Bien de Interés Cultural
en su categoría de “Monumento”, incoándose expediente por parte
de la Comunidad Autónoma el 15 de diciembre de 1986, B.O.R.M. de 22
de enero de 1987 (corregido en el del 22-1-1988). Quedando de esta
forma protegida por la ley 16/1985 de 25 de junio de 1985 del
Patrimonio Histórico Español por la que se establecían medidas de
protección para que se pudiera conservar y mostrar a la sociedad
para su disfrute y valoración, entendiéndose como “monumento”:
aquellos bienes inmuebles que constituyen realizaciones
arquitectónicas o de ingeniería, u obras de estructura colosal
siempre que tengan interés histórico, artístico, científico o
social.
En
las inmediaciones de la torre de Santa Elena, se localizan un par de
construcciones que se asemejan con algunos de los proyectores de
costa que jalonan la costa cartagenera, como La Torrosa, Cabo de Agua
o Punta Negra. Consta de un edificio de techo abovedado para guarecer
el proyector; una pequeña explanada delante de él (posición de
combate), habilitada como mirador por la Demarcación de Costas; un
edificio, a cota superior, que sería el alojamiento de los
sirvientes de dicho proyector.
Respecto
a él, lo encontramos señalado como uno de los proyectores de
exploración que se establecieron en el Plan de Iluminación del
frente marítimo, aprobado el 23 de julio de 1935, junto a los de
Cabo Tiñoso, La Terrosa, Cabo de Agua y Cabo Negrete (La Artillería
en la defensa de Cartagena y su Base Naval, Federico Santaella
Pascual, pag. 244). No volviendo a aparecer referencias en el resto
de la obra.
Aureliano
Gómez-Vizcaíno (Castillos y Fortalezas de Cartagena, Aforca 1997,
página 75), lo sitúa junto a la torre, construido después de la
Guerra Civil para facilitar el tiro nocturno de las baterías de Cabo
Tiñoso. Aunque su nombre no aparece entre los que se construyeron
durante la Guerra Civil, ni los que se desmontaron una vez terminada
esta. Y posterior al fin de la contienda no se levantó ninguno de
nueva planta.
BIBLIOGRAFÍA
- (1)Catálogo de fortalezas de Cartagena.
- (2)La Artillería en la defensa de Cartagena y su Base Naval. F. Santaella Pascual, Ed. Áglaya, 2006.
- (3)Fortificaciones y Artillería en Cartagena y las costas del reino de Murcia. Aureliano Gómez Vizcaíno.
- (4)Memorias de Patrimonio. Intervenciones en el Patrimonio Histórico de la Región de Murcia. Inmuebles, Muebles y Etnografía. 1986·1991. (Servicio Regional de Patrimonio Histórico, Consejería de Cultura y Educación de la C.A.R.M.).
- B.O.R.M de 22 de enero de 1987 y 29 de enero de 1988.
- Castillos y Fortalezas de Cartagena. Aureliano Gómez-Vizcaíno, Aforca 1997.
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