MEMORIA LÓPEZ PINTO/1

domingo, 11 de abril de 2021

LA PODADERA

        La batería de La Podadera se ubica en el extremo sur del soto de La Podadera, o soto de San Juan, o de San Juan de La Podadera, situado al sur del monte de Galeras. A una altitud de 29 metros y rodeada de acantilados, sobre un saliente de la costa mas o menos redondeado. Se accede a ella por el camino del faro de Navidad hasta el Espalmador, allí sale un camino a la derecha sin asfaltar. Al llegar al antiguo control de acceso a la C-4, a la izquierda, por una pista militar de piedra machacada, que fue rectificada en la década de los 40 por la construcción de los túneles de los submarinos, nos lleva hasta la batería.

Vista aérea del soto de La Podadera, con la batería, faro y proyector.
Sobre ella el grupo de baterías de Fajardo, con el Cuartel Defensivo. 21 de mayo de 1936.
Foto del Servicio fotográfico aeronaval, sección de la base de San Javier.
Propiedad de Juan A. Hernández Ruiz.

Asentamiento de La Podadera, con la batería, faro y proyector.
1 de octubre de 2015.

ARQUITECTURA

Nos encontramos ante la segunda posición artillera, para la defensa del puerto y ciudad de Cartagena, más antigua. La primera construcción se remonta a 1686; una batería levantada con fajina y tierra para 4 cañones.

Bajo el diseño y dirección del ingeniero militar Esteban de Panón, sería reformada con la construcción de otra fortificación permanente alrededor de 1740, 3 plataformas artilleras a diferentes alturas. Un tipo de batería, la del siglo XVIII, de la que no se conserva ningún ejemplo en Cartagena. Una nueva reforma planteada de acuerdo al Plan de Defensa de 1860 (Memoria del coronel Medina), hubiera dado un fuerte del estilo del actual de Navidad, pero con 3 órdenes de fuego y planta casi semicircular, capaz para 44 piezas y 4 morteros.

Plano de la Battería de la Podadera con la elevación de la Batería baxa.
Esteban de Panón. Cartagena, 7 de julio de 1740.
Archivo General de Simancas.

Finalmente, en 1895 se terminan las obras que le dan su aspecto actual, se construyen dos barbetas para dos piezas Krupp de 260 mm/35 calibres, con una separación entre ellas de 30 m y un sector de fuego de 53º (1); 3 casamatas para otras tantas piezas de tiro rápido en caponera tienen orientados sus fuegos hacia las Algamecas. 

Troneras de las casamatas, el faro y la C-4 arriba. 

Vista de La Algameca, La Parajola y cabo Tiñoso desde una de las casamatas
de La Podadera.

        Existe un pequeño repuesto subterráneo común a ambas piezas mayores, con una entrada por cada explanada. También hay otro, de mayor tamaño, próximo a las casamatas. Las explanadas están comunicadas entre sí por una galería semienterrada. Antes de llegar a la propia batería nos encontramos con un depósito de munición, con 6 salas, entrada independiente y comunicado con la instalación principal por un túnel, y de ahí, por un pasillo de servicio y sendas galerías, a ambas barbetas. En su día el transporte entre este polvorín y las piezas se realizaba mediante vagonetas sobre raíles. El techo de este depósito es zona de paso habitual de senderistas en subida (o bajada) hacia el faro o al grupo de baterías de Fajardo. También es zona de paso del recorrido de la Ruta de las Fortalezas, prueba deportiva organizada por la escuela de Infantería de Marina “General Albacete y Fuster”. El puesto de mando de la batería se localiza a una cota superior y posición retrasada respecto a las piezas (bajo el faro). El resto de dependencias (cuadro de distribución eléctrica, alojamiento para la tropa de guardia, suboficial y otras), se encuentran en locales semienterrados con bóvedas a prueba, cubiertas de una gruesa capa de tierra apisonada que facilita su enmascaramiento y protege de los impactos del enemigo. Para el suministro de agua se construyó un aljibe de ladera en el camino de acceso.

Vista de La Podadera desde el antiguo faro.
Foto del álbum que el Ayuntamiento de Cartagena regaló al Rey Alfonso XIII en 1901.
Cedida por Francisco Silvente.

Vista de La Podadera desde el antiguo faro, 3 de marzo de 2017.

Aljibe de La Podadera

        Pero si por algo llama la atención La Podadera, aparte de por sus preciosas vistas, es por el espectacular muro de contención situado al este de la explanada de levante, de entre 10 y 15 metros de altura, levantado con sillería trabada con argamasa de cal. Corona este muro, en su parte que da a la entrada de la batería, un parapeto aspillerado para tiro de fusil, muy castigado por los años y los desprendimientos, que consigue mantener, una parte de él especialmente y de momento, en un aparente equilibrio imposible, las piedras que sirven de cubremuros. Tanto es así, que es lugar de obligada fotografía para quienes visitan esta fortificación. Estos desprendimientos han llevado aparejada la desaparición de varias de estas aspilleras. La reja, de 2 hojas, que cerraba el acceso desapareció, faltaría mas, en alguna década del siglo XX.

 



También es de destacar lo que no tiene: cocina y alojamiento para toda la dotación de la batería. La letrina y una pequeña cocina se hallaban ocultos bajo los ladrillos caídos al final del muro aspillerado, donde hubo adosadas unas edificaciones, al menos 3, hoy desaparecidas, aunque en los cubremuros se pueden ver los orificios donde apoyaban las colañas de los techos. Para los otros servicios se construyó, en la década de 1860, el cercano Cuartel Defensivo existente en las baterías del general Fajardo, cuyo cometido era albergar y dar apoyo logístico a los sirvientes de las fortificaciones del frente derecho.

Restos de las construcciones adosadas al muro. 28-1-2021.

La batería de La Podadera ocupa una superficie de 3.611 m², a una distancia de 4.600 m de la Plaza (1).


Alojamiento de tropa.


HISTORIA

En la primera mitad del siglo XVII, que las defensas y la seguridad del puerto de Cartagena eran insuficientes o escasas, era un hecho conocido y probado. Sirvan de ejemplos el robo de la urca alemana El Pavón dorado el 31 de mayo de 1614, mientras «cargaba sal, almagre, barrilla y otras mercadurías de vecinos desa ciudad para Venecia», por parte de un corsario francés (2), por un lado. Las solicitudes de construcción de un fuerte sobre la Laja del puerto (actual faro de la Curra); una torre entre las Algamecas para evitar desembarcos en esa zona y «...dos cubos en forma de torres en las dos puntas a la entrada del dicho puerto, una a la parte de poniente (torre de Navidad) y la otra a la de lebante...» (3), por otro. El despliegue de las piezas de artillería se circunscribía a las murallas de la ciudad y sus baluartes. Y de las obras solicitadas únicamente se realizó la torre de Navidad (1626-1627) quedando inconclusa.

Durante la segunda mitad del siglo XVII, las cantidades de dinero destinadas al reparo y fortificación de Cartagena fueron irrisorias: entre 1669 y 1682 fueron destinados 4.679 reales para reparar murallas, puerta del muelle y fortificación de Trincabotijas; más otros 30.000, en 1680, mandados por la Secretaría de Tierra para reparaciones de murallas, baluartes y, de nuevo, Trincabotijas. En 1641 se había realizado la experiencia de Trincabotijas -disparo de una culebrina para comprobar que sus fuegos batían la bocana del puerto- con resultado satisfactorio.

No es hasta el año 1686, el 10 de mayo, cuando ante el temor de una inminente acción de la armada francesa contra la costa mediterránea española y la pésima situación de las defensas de Cartagena, el duque de Veragua, Pedro Manuel Colón de Portugal, general de las Galeras de España, de acuerdo con el gobernador de Cartagena, Sebastián de Figueroa, determina «...fortificar las dos puntas, de Levante y Poniente -Trincabotijas y La Podadera- que forman su bocana, poniendo en cada una de ellas una batería de a quatro cañones» (MN. Colección de Vargas Ponce. T.XXIX. Doc.171. Fol.254-5) (4). Pero esta fortificación no es mas que un emplazamiento provisional, en comunicación del Gobernador se describe que el fuerte de la Punta de Poniente (al pie del monte de las Galeras) es una explanada con las defensas «de fajina y tierra», así como el de Levante, que se sitúa «en el fuerte que se empezó debajo de Trincabotijas» (Consulta del Consejo de Guerra a S.M. sobre fortificación de las puntas del puerto de Cartagena, 31-5-1686. AGM. Colección Aparici. Sign. 1-4-4-1. Fol.485-6) (4).


Plano de La Podadera sin fecha ni firma.


En 1702, con las armadas de Holanda e Inglaterra rondando la bahía de Cádiz (toma de Rota y del Puerto de Sta. María), y debido al extremo abandono del castillo y fortaleza de Cartagena, se hace incapaz una defensa de la misma frente al ataque de una armada enemiga. Es por ello que, reunida una comisión del Consejo de la ciudad con el Gobernador, Antonio de Heredia Bazán, y el Gobernador General de las Galeras de España, Vicente de Argote Fernández de Córdoba, se acordó «...por muy conbeniente se haga luego, y con la más brevedad posible, un fuerte o castillo en el sitio de la Podadera, fuera del puerto desta ciudad, que se pueda poner alguna artillería para embarazar en caso que bagen a estos mares algunos vageles de la armada de Olanda y Yngalaterra … Y entendido por la ciudad, acuerda se haga el dicho fuerte o castillo; y para aprontar medios para su erección … acuerda se separen mill y quinientas fanegas de tierra en el Rincón de San Ginés propias desta ciudad y se saquen a pregón». (Acuerdo sobre la construcción de una batería en el lugar de Podadera, 23-9-1702. Archivo Municipal, Libro de cabildos correspondientes a los años 1702-1707) (4, pag.78).

En el Cabildo cartagenero del 15-10-1702 consta que se había comenzado la fortificación acordada según proyecto realizado, varios años atrás, por el «ingeniero Hércules Torali», siendo «Alonso Buendía maestro que asiste al desmonte». El 3 de enero de 1703, (Papel del Sr. Gobernador tocante a fortalezas, A.M.), «se abrá rebaxado una séptima parte en los 3 meses en que se a travajado diez y siete días con sinquenta moros y quarenta y ocho con veinte». (4).

El ritmo de construcción fue muy irregular, predominando los periodos de inactividad, en función del número de moros esclavos que enviaba el Gobernador General de las Galeras -el dinero municipal era escaso- y de los avisos de la presencia de armada enemiga. En enero de 1705 ni siquiera se había terminado el desmonte. En el Cabildo del 5 de marzo se comunicaba que la obra se había suspendido por falta de moros que acudiesen a trabajar en ella (4).


Interior de uno de los repuestos subterraneos.

Como nota curiosa respecto al estado de las defensas de Cartagena, reproduzco lo escrito por J.M. Rubio Paredes y Álvaro de la Piñera: «En el Cabildo del 22-11-1705 se libraron “cuarenta y ocho reales, valor de seis libras de sera que esta Ciudad mandó poner a los Cuatro Santos, naturales (y patronos) de ella. En las noches que a causa de hallarse por esta costa la armada enemiga ubo revattos en esta ciudad”. ¡Buena medida defensiva -y no demasiado dispendiosa- cuando no se cuenta con cañones y fortificaciones adecuadas!»

Las previsiones del arrendamiento de tierras del Rincón de San Ginés no había tenido efecto, pues no hubo vecinos interesados. Además se sacó a concurso el matadero local, para con su beneficio ayudar a la obra, pero nadie quiere hacerse cargo de él. Por otra parte el Rey tampoco facilita el dinero necesario y la obra, dado el gran gasto y dificultad que requería el movimiento de tierras, se paraliza. (*)

Pasamos a 1738, nombrada ya la ciudad base naval para la Escuadra de las Galeras de España y corriendo los gastos de sus fortificaciones a cargo del Estado, cuando el ingeniero segundo militar Esteban de Panón fue destinado a Cartagena, realizando, entre otras muchas actuaciones, una propuesta de obras de actualización de la Podadera, construyendo una batería permanente adecuada a la nueva artillería naval y de costa, informe del 9 de septiembre de 1739. Dicha batería de 20 cañones del calibre de a 24, tendría un coste 45.750 reales, repartidos de la siguiente manera:

 - 27.000 tanto para su plataforma como para dar dirección oblicua a la peña de las espaldas de 900 toesas cúbicas de excavación de peña, a razón de 30 reales.

 - 15.750 para su parapeto con tierra y faginas o tapial a real, necesitándose 150 toesas cúbicas a 105 reales la toesa.

 - 3.000 para igualar algún hoyo del terreno y formar los almacenes convenientes. Necesitándose 20 toesas cúbicas de mampostería a razón de 150 reales.


Sometido este proyecto al examen del ingeniero director Diego Bordick informó «..que la batería de Podadera es la principal de quantas puedan contribuir a impedir el ingreso en el puerto de Cartagena … expone a la Junta esforzando su superior atención a profundarla y consequentemente a mejorarla». Proponiendo la construcción de una batería subterránea. La primera de este tipo en la defensa militar de la costa cartagenera, lo que constituye un hito de las fortificaciones de esta ciudad y su puerto (Dictamen de Bordick sobre la batería de la Podadera en el puerto de Cartagena. Madrid, 15-9-1739. AGM). Panón en carta al marqués de Uztariz sobre el estado de las defensas costeras, 21-10-1739 escribe: «...la de la Podadera, que contiene mas de 900 toesas (1.755m²) de excavaciones de peña tardará mas de tres meses en concluirse...».

Plano de la "Batería de La Podadera del puerto de Cartagena".
Firmado por D. Diego de Bordick en 1739. A.G. de Simancas.

  En el informe remitido al ministro José del Campillo el 13 de diciembre de 1741, sobre el estado de la defensa del puerto de Cartagena, Esteban de Panon escribe sobre nuestra protagonista: «...la batería de la Podadera o de San Juan, la qual será muy conbeniente para la defensa del arrimo de este puerto y ympedir el bombardeo y desembarco que se puede hazer a las dos Algamecas, pero como ésta puede ser batida a la vela por toda una armada, y que tiene a sus espaldas de peña muy ynmediata, y su parapeto provicional de mampostería, según órdenes de la Corte, es indispensable quitarle las citadas espaldas y formarle su parapeto de la misma peña, y construirle los quarteles, algibes y demás edificios assesorios a ella. A cuio fin he formado el proyecto para cuando conviniere y lo pida V.E. siendo assí que con esta batería, la de San Leandro y la de Santa Florentina por no poder ser estas arruinadas del enemigo, me parece imposible sea forzada la entrada de este puerto» (AGS, GM leg.3713).

Plano y perfiles de La Podadera. Esteban de Panón. AGS.

        En los años 1744 y 45 se continuaba estudiando el mejor proyecto para la Podadera. El 28 de agosto de 1759 el ingeniero director, brigadier Sebastián Feringán Cortés, en su informe sobre el estado de las defensas de la plaza de Cartagena, asigna al Fuerte de San Juan de la Podadera 16 cañones de a 24, proponiendo su aumento en 20 piezas más, del mismo calibre.

    La necesidad de establecer asentamientos para las baterías a baja cota, para aprovechar la parte rectilínea de la trayectoria del proyectil en un tiro rasante, apuntando lo más próximo posible a la línea de flotación del buque enemigo, hace que a la espalda de La Podadera quedase un alto contrafuerte, que al impacto de los proyectiles enemigos harían caer abundantes piedras sobre los asentamientos, con el consiguiente peligro e inseguridad para los artilleros, material y municiones. El brigadier ingeniero director Pedro Martín Paredes Zermeño, en su memorial sobre el proyecto de fortificación del 30 de abril de 1766 la señala «para 22 cañones, necesita revestir de tapial grueso su espaldas para evitar el rechace de las balas». Como vemos este era un problema que arrastraba desde sus orígenes y que la acompañará durante todos sus años activa, como se verá a continuación y mas adelante.

Plano de La Podadera, realizado por el capitán Juan José Ordovás.


En el año 1799, el capitán de «Ynfantería é Yngeniero Ordinario de los Reales Exercitos» D. Juan José Ordovás en su Atlas de Reyno de Murcia describe La Podadera así:

«La costa desde este punto (batería de Navidad) corre 606 varas al suroeste hasta otra punta de piedra cortada a pique que es la que mas se avanza al mar en el monte de la Podadera, y allí se hallan situadas las 3 baterías de San Juan. La mas baja que está elevada del nivel del mar 20 varas, es capaz para 12 piezas, y defiende la entrada del puerto, cruzando sus fuegos con los de Santa Ana. Sobre esta batería, y 10 varas mas elevada, se encuentra otra en forma circular capaz para 5 piezas; tiene por objeto defender la nanza de las Algamecas, reduciéndose a un parapeto con embrazuras de igual espesor que el anterior, y formado en los mismos términos que aquel. Estas 2 baterías padecen el defecto de tener con mucha inmediación a sus espaldas el monte, porque siendo este por su naturaleza de piedra muy cerrada, los estillazos que el choque de las balas contrarias levantarán en él, son otros tantos enemigos a los que la sirvan. Sobre la 1ª batería, y 19 varas mas alta que ella, está la 3ª, reducida a un parapeto a barbeta de igual espesor que los anteriores, capaz para 6 piezas; inmediato a ella se encuentra el cuerpo de guardia de la tropa de Artillería, y al lado, pero embebido en el seno de un peñón, un repuesto para los efectos de las baterías; separado de este unas 26 varas, y colocado a el abrigo del fuego enemigo, está el repuesto de la pólvora; y unidos a estas baterías por medio de una comunicación se hallan dos cuerpos de guardia del comandante y tropa de su guarnición, capáz este para 38 hombres; al lado de él un repuesto para encerrar varios efectos, y a corta distancia un algive donde se recogen las aguas que bajan de aquella parte del monte. Estas defensas se empezaron a construir en 1702, y se continuaron hasta su conclusión con los arbitrios de esta ciudad».

Vista frontal de La Podadera. Ordovás, 1799.

El 15 de julio de 1856 se inauguró dentro del recinto de la batería un faro de 4º orden, con la apariencia de luz fija blanca y 10 millas de alcance. Contó con la oposición y el posterior malestar de los artilleros, por ser un referente de la ubicación de la batería ante el enemigo y el inconveniente de estar emplazado dentro de una instalación militar, que, como se verá a continuación, imposibilitaba la reforma que se planteó para la década siguiente. Además de los efectos que las ondas expansivas de los disparos de los cañones le podrían acarrear.


Plano del faro de 4º orden de La Podadera.

        En 1860, el coronel de Ingenieros Salvador Medina, en su “Memoria acerca de las mejoras para la plaza de Cartagena”, presenta un proyecto de fortificación del estilo de la actual batería de Navidad, pero con 2 plantas de cañones dentro de bóvedas (casamatas), más una terraza artillada que constituiría el tercer orden de fuego: «La batería de la punta de Podaderas y la de Navidad,..., son las únicas obras destacadas con que podía defenderse el acoso al fuerte (Galeras). Ambas en privilegiada posición y a buena altura de 60 y 110 pies sobre el nivel del mar no ofrecen sin embargo confianza, pues al descubierto y con estrechos emplazamientos en la pendiente de la roca que le sirve de revés, los rechazos las harían inservibles». Y propone para su remodelación:

«Reemplazarse en los anteproyectos las inservibles baterías que a diferentes planos hay, por otra en la parte baja de 13 casamatas, un segundo orden se prolonga por la intermedia y el todo era dominado por una barbeta superior delante del faro con parapeto de tierra. Para realizar por completo este anteproyecto se ha encontrado el inconveniente de que está ocupando la mayor parte del emplazamiento superior el edificio donde está situado el faro, que es incompatible con el parapeto de tierra aprobado, pues necesita mucho mayor espacio del disponible y que impide también por temor de dañarle el desmonte de la parte de rocas que debía sustituirse con la barbeta sobre la intermedia.

Habiendo entre esta y la baja que está a 69 sobre el mar, 24 pies de desnivel y no elevándose el 1er orden de casamatas sino 19, hay que suvir el asiento de aquella 5 pies para que el del 2º esté en un plano. Sobre las casamatas de la parte intermedia se añade una barbeta alta.

Llegando los 2 órdenes de casamatas de la baja hasta el plano de fuegos de la batería superior, conviértase esta en batería para 4 morteros.

Proyecto de nueva batería para La Podadera, 18 de agosto de 1858
La fortificación de la base Naval de Cartagena en el siglo XVIII:
 proyectos, mapas y planos. María del Carmen Melendreras Gimeno.
Universidad de Murcia. 2009.

Notaría en esta posición, así como en todo el perímetro de la costa de esta batería, varios socabones ocasionados por la acción continua de las aguas, y no sin motivo los señores Lallave y Azpiroz llamaron la atención sobre ello al redactar su luminosa memoria, mas reconocidos después minuciosamente por el último valiéndose de buzos, se ha visto que forman en la batería de que tratamos una especie de bóvedas naturales y que ofrecen al parecer una gran resistencia, capaz de soportar la inmensa mole que sobre ellos pesa. La naturaleza de la roca es compacta y homogénea en toda su extensión, y las cavidades que están casi limitadas a la parte baja penetra en la roca a lo sumo 12 pies, excepto sólo en 3 parages en que aparecen grietas más considerables. La nueva batería en su consecuencia se retira algo al interior por un exceso de precaución.

En la misma punta de Podaderas, en el local que ocupa el cuerpo de guardia existente (señalado en el plano de 1799 del capitán Ordovás con las letras A y B, que en la actualidad se corresponde con el emplazamiento del antiguo proyector de costa de La Podadera), se proyectó como prolongación al pequeño flanco que queda a la batería baja otra batería 39', que tomaría de revés cualquier buque que osara rebasar dando fuegos a Escombreras. El terreno no permite dar a esta batería más que 4 piezas acasamatadas con barbeta superior.

La batería no puede enfilarse de ningún punto del mar donde pueda situarse el enemigo. La complementaria 39' por su trazado curvo y poca extensión tampoco podrá rebotarse.

El conjunto de la posición viene a resultar un fuerte acasamatado inaccesible por todas partes, excepto por el sitio que cierra la complementaria. Se ha rodeado de muro aspillerado, no sólo con objeto de hacer fuego en caso necesario, sino con el de cubrir de la vista las estrechas comunicaciones que bordean el escarpado y que no permiten darle sino de 2 a 3 pies de espesor.

En el único parage disponible se proyecta un cuerpo de guardia de vigilancia. También se hacen reducidos edificios para las avanzadillas que debe haber.

Se dota esta posición de cocinas y comunes, y un cuarto par el plantón de artillería.

Se abren en la roca algunos pequeños repuestos aprovechando otro, baja el terraplén que ha de formarse en la unión de las casamatas de la batería baja con la intermedia.

El algibe que tiene puede contener 5.000 ppp (pies cúbicos) de agua (141'58 m³)...

La batería de que se trata comprendiendo la complementaria contendrá 44 piezas y 4 morteros.

El paramento exterior del muro de mascara se supone de sillería fuerte de Alicante así como los zócalos de los pilares, las importas de los arcos de la franca. La piedra caliza de los desmontes es demasiado dura para conseguir otra cosa que pequeños sillarejos para los paramentos interiores. Las cañoneras interiormente de ladrillos, así como las bóvedas trasdosadas, para el completo de su espesor de mampostería ordinaria y hormigón.

Las casamatas se suponen cerradas interiormente con un muro, dejando una puerta y dos pequeñas ventanas para ventilación y sirviendo de cómodos y seguros alojamientos».


Patio de servicio. 28-1-2021

  Sobre la realización o no de esta obra hay versiones opuestas, en “Estudio y catalogación de las defensas de Cartagena y su bahía. La Defensa de la Base Naval en época contemporánea” de Aureliano Gómez Vizcaíno y David Munuera Navarro (CARM, 2002), los autores señalan La Podadera como una de las fortificaciones que se reformó; también lo hace el primero en “Arquitectura militar defensiva en la Base Naval de Cartagena” (IX Jornadas sobre fortificaciones, 2009). Juan Lorenzo Gómez-Vizcaíno en “Informe sobre el grave estado parcial de conservación de la batería de La Podadera” (AFORCA, 2021), afirma «que no llegó a materializarse». 

Lo que no se instaló, se realizara la obra o no, fue el artillado previsto. En 1862 había montados en ella 11 piezas, 8 obuses de 21 cm y 3 cañones de 16 cm, conociéndose las denominaciones o números de algunos de ellos:

 - General Pezuela, nº. 134.

 - General Valladares, nº 132.

 - J. D. de Fonseca, nº 94.

 - General Ceballos, nº 146.

 - D. Antonio Jacome, nº 520.

 - Sin nombre nº 493.

 - G.D. nº 531.

Todos los anteriores de 21 cm y fabricados en Trubia en 1852. 

El 24 de septiembre de 1866 con los mismos elementos del anterior faro, linterna óptica y aparatos, y con la misma apariencia, se ilumina un nuevo faro, gemelo al de Escombreras. Situado su emplazamiento a 52'57 metros sobre el nivel del mar, y una altura del foco de 8'47 metros sobre el terreno (61,04 m de elevación sobre el nivel del mar), cuya edificación aún existe por encima de la actual batería. Fue sustituido en 1890 por el faro de Navidad.


Explanada de poniente, sobre la batería el antiguo faro inaugurado en 1866.


En esas fechas era una de las baterías que realizaban las salvas de ordenanza en la Plaza de Cartagena. Las mas destacadas fueron:

• 21 de octubre 1862, en la entrada por el puerto de la reina Isabel II a bordo del navío de su mismo nombre. La reina inauguraría oficialmente la línea férrea Cartagena-Madrid.

• 25 noviembre de 1870, llegada a la Plaza de la Comisión encargada de notificar al duque de Aosta su elección como Rey de España.

• 30 y 31 de noviembre de 1870, a la llegada y salida de Cartagena del nuevo rey Amadeo de Saboya.



Durante la Guerra Cantonal (1873-74) fue rebautizada con el nombre de Maldonado, por uno de los Comuneros, y al finalizar la contienda, tenía artilladas 11 piezas, (Memorial de Artillería. Serie II. Tomo XIII. Pág. 97):

 - 3 cañones de hierro rayados de 16 cm.

 - 1 de bronce R. de 8 cm.

 - 7 obuses de H. Lisos de 21 cm

Estas piezas lisas se remitieron a la fábrica de Trubia para el rayado de su ánima (parte interna del tubo del cañón), por orden del General Director de Artillería de 14 de febrero de 1880.

En 1882, debido a lo trasnochado del despliegue artillero frente al desarrollo tecnológico de los buques acorazados, mas protegidos y mejor artillados, lleva a la adquisición, a la casa alemana Krupp de las piezas de 260 y 305 mm destinadas a Menorca, Cádiz, Ferrol, Ceuta, La Habana y Cartagena. España compró, entre ese año y 1889, 9 piezas calibre 260 mm, 6 de 305 mm modelo 1880 (giro adelantado) y 9 de 305 mm modelo 1887 (giro central). (5)

El 22 de septiembre de 1885 se estaban realizando las obras preliminares para la ejecución del proyecto de instalación de dos cañones de acero sunchado Krupp de 260 mm de calibre por 35 calibres de longitud, modelo 1883 de giro adelantado, en marco bajo y plano frontal, con los números 8 y 9 (6), sin dirección de tiro; y 3 cañones de tiro rápido en casamatas. Proyecto firmado por el teniente coronel, Comandante de Ingenieros de la Plaza, D. Francisco Ramos Bascuñana, que sería aprobado definitivamente por Real Orden de 16 de Julio de 1889. Las obras estaban terminadas el 30 de mayo de 1895. Aunque sus primeros disparos se realizaron el 30 de septiembre de 1891, haciendo 2 disparos cada una (6, pag. 47), uno en elevación y otro en depresión con resultado satisfactorio, según informará el Ministerio de la Guerra a través del diario La Época. Estos cañones tenían un alcance de 12.200 metros, disparando un proyectil cada cinco minutos. Formaba parte del grupo de cañones del Frente Derecho.

La Podadera. Explanada de levante, 1901.
Foto del álbum que el Ayuntamiento de Cartagena regaló al rey Alfonso XIII en 1901.
Foto cedida por Francisco Silvente.

Explanada de levante, 1 de mayo de 2017.

        En 1904 se establece a levante de la batería un proyector de costa para iluminar el frente marítimo, junto con el de Trincabotijas, San Isidoro y el de la Algameca. A una altitud de 20 metros se estableció el proyector nº 1, un Soweter-Harleng de 90 cm de diámetro. Que permaneció allí hasta finales de la década de los 50. Ver: Proyector de La Podadera


Proyector de La Podadera, 1 de mayo de 2017.

Crucero saliendo del puerto de Cartagena, desde el proyector de La Podadera.
1 de mayo de 2017

De 1907 contamos con una detallada descripción de esta unidad: «BATERÍA DE LA PODADERA: Bía. a barbeta artillada con 2 cañones de 26 cm. Krupp y tres cañones de tiro rápido de 57 mm, de caponera, las primeras desenfiladas por través colocado entre las dos; tienen sectores de tiro distintos y solo con una parte común tan pequeña por serlo es despreciable; caso de un bombardeo, opondría contra todas las bocas de fuego de un crucero o acorazado, un solo cañón cuyos intervalos de fuego serían de 5 minutos sin contar interrupciones fáciles de ocurrir; su cota de 29 metros, en la gola, un desmonte en contrapendiente de naturaleza rocosa sobre la que caerán los proyectiles enemigos, los cuales al chocar con las rocas, harán que sus trozos sean otros tantos proyectiles para la batería y aun cuando ha tratado de evitarse construyendo un bóveda para cascos no la defiende en absoluto pues su cota superior es de 58 metros». (Memorias de las EE. PP. de 1906. 12-2-1907. Tcol. Jefe de Instrucción).



Tras la Guerra Civil, permanecía armada con los dos cañones de 260/35 modelo 1883 y un Nordenfelt de 57 mm de caponera.

Vista aérea dela punta de La Podadera, 21 de mayo de 1936.
Foto del Servicio fotográfico aeronaval, sección de la base de San Javier.
Propiedad de Juan A. Hernández Ruiz.

Es desartillada por orden del General Jefe de Industria y Material (24-12-1940) y enviadas a Tarifa, donde fueron montadas en la 42ª batería, Canteruelas. Los cañones son desmontados en febrero de 1941. El 1 de junio, procedente del Parque de Artillería de Cartagena, se instaló en su nueva posición la pieza nº 9. El 1 de septiembre se recibe e instala la pieza 8. Realizan las pruebas de explanada, en sus nuevos asentamientos, el 20 de enero de 1943. Sus últimos disparos se producen el 12 de julio de 1951, contabilizando un total de 138 disparos, 114 de ellos realizados durante su artillado en La Podadera. El 1 de diciembre de 1957 la batería pasó a “taponada”, elevándose propuesta de inutilidad y desbarate del material en junio de 1965. Todavía en febrero de ese año se estudiaba la posibilidad de enviarlo y artillarlo en Monjuitch (Barcelona), que finalmente fue desestimada.(6)

Cañón Krupp 260 mm de la explanada de poniente de 
La Podadera, a principios del siglo XX.


En palabras de César Sánchez de Alcázar: «Fueron piezas muy fiables, según quienes las manejaron, y en las filiaciones de las mismas no aparecen apenas averías a pesar de su larga vida útil... Estas piezas hicieron ejercicios sobre blanco ficticio, al garete y remolcado con unos buenos resultados, también efectuaron pruebas de pólvoras, de presión y de proyectiles nuevos. Aunque efectivas, eran muy vetustas para su época y fueron consideradas piezas secundarias en la defensa de costa del Estrecho...  el hecho de que estuvieran artilladas allí era porque hubo que echar mano de las existencias de materiales de donde menos falta hacían...». (6)

El 27 de octubre de 1965 el material y municiones que constituyó las piezas de La Podadera y Canteruelas, D-6, quedó desalojado. (6)


Polvorín y túnel que conecta con la batería.

Según testimonio de Eduardo Fernández García, comandante de Artillería retirado, a principios de la década de los 60 aún se mantenía en La Podadera un punto de guardia, a pesar de que no había nada que vigilar en ella y de los reiterados avisos de su mal estado de conservación. Tanto es así, que en el amanecer de un día de Navidad o de Año Nuevo, Eduardo no recuerda la fecha concreta, al ir a relevar al soldado de guardia, no lo encontraron en su sitio. Comenzaron a buscarlo, encontrándolo tirado en el suelo, muerto por el impacto de una colaña que había volado debido al fuerte temporal que hubo esa noche. Tras este incidente, se retiró la guardia.

Puesto de mando

Vista desde el interior del puesto de mando.

Cuenta el coronel Juan Lorenzo Gómez-Vizcaíno y Castelló (7), que en los años 90, se dio orden al R.A.A.A.-73 de tener preparados unos asentamientos que pudieran ser ocupados con inmediatez para la defensa antiaérea de la Base Naval y su polo industrial. En La Podadera se crearon las rampas que hay en sus explanadas para salvar el antepecho y poder establecer modernas piezas antiaéreas. Sorprende esta actuación por lo limitado del terreno y la estrechez y dificultad de pasar estos elementos actuales, que son remolcados, por los túneles de acceso a ambas barbetas, el zaguán de entrada y el camino hasta la batería. Cuando unos metros más arriba, está la antigua 2ª batería de Fajardo, por ejemplo, con más terreno y amplitud para maniobrar y operar.

  Quitado lo anterior, en ella, nada. Abandono y deterioro durante décadas, aunque era visitada diariamente por gran número de senderistas y curiosos. En febrero de 2021 son vallados sus accesos y también el muro aspillerado para evitar accidentes por su mal estado, proceder a su estudio y posterior restauración. Esta actuación se vio acelerada por la difusión en redes sociales de la foto de algún cretino subido al cubremuros, precisamente donde peor estado presenta. En septiembre del mismo año comienza el desbroce del camino de acceso y de la entrada, y las obras de consolidación y reconstrucción del muro, que dejan al descubierto un par de letrinas, una pequeña cocina y un local entre ambas (quizás un inodoro). Las  obras fueron realizadas por la empresa Restauralia a instancia de la Armada, finalizando en el mes de octubre, con un importe de 195.131€.

Entrada a la Podadera vallada por la Armada, 24 de febrero de 2021.

Entrada a la Podadera el 6 de septiembre de 2021.


Dependencias adosadas al muro una vez limpiada la zona, 6 de septiembre de 2021.

Andamios en el muro aspillerado, 28 de septiembre de 2021.

        Es propiedad del Ministerio de Defensa, bajo jurisdicción de la Armada, al igual que Fajardo desde que fue abandonado el polvorín C-4 por el Ejército de Tierra en 1994.


Está catalogada como B.I.C. en la categoría de “Monumento” desde el 7 de agosto de1997, con código del Ministerio de Cultura R.I.-51-10001 y número de inventario de la CARM 160570.



CAÑÓN KRUPP de 260 mm/35. Características

Calibre: 260 mm.


Longuitud del cañón: 9'10 m (35 calibres).

Longuitud del ánima: 8'34 m.

Núm. de rayas: 60, de rayado progresivo.

Giro horizontal: 130º.

Elevación: de -6º a 22º.

Peso del cañón con cierre: 27.700 kg.

Peso y tipo de cierre: 910 kg.  De cuña cilindro prismática.

Peso de la cureña y el marco: 16.000 kg.

Peso de la basa y los carriles: 20.000 kg.

Peso del proyectil: 275 kg.

Peso de las cargas de proyección: 87 kg.

Velocidad inicial: 530 m/s.

Alcance: 12.112 m.

Cadencia de disparo: 1 cada 5 minutos.

Penetración en hierro forjado a 1000/2000 m: 51'1 cm/ 45'7 cm.

Cañón Krupp de 26 cm.
La Podadera, explanada de poniente.


CAÑÓN MAXIM-NORDENFELT de 57 mm de CAPONERA, modelo 1896. Características

Calibre: 56'9 mm.

Longitud de la pieza: 1'5 m (23 calibres).

Peso del cañón: 179 kg.

Peso del tubo (con cierre): 102 kg.

Peso del montaje: 965 kg.

Peso del proyectil: 3'712 kg.

Longitud de la vaina: 22'4 cm.

Carga de proyección: 0'312 kg.

Alcance: 3000 m.

Tipos de proyectiles: granada ordinaria, granada de doble pared, shrapnell y bote de metralla (aloja 196 bolas de 11 a 17 gramos de peso).

Usos: en tierra batir los fosos de las fortificaciones con botes de metralla; en costa batir a los torpederos o embarcaciones rápidas que se aproximasen a los puertos.

Fabricado en Placencia de las Armas, Guipúzcoa.

Cañón Nordenfelt de 57 mm de caponera. Que estuvo ubicado en la batería de S. Leandro.
Museo militar de Cartagena, edificio Parque de Artillería. 2-6-2016.




Vista del muro de contención desde el proyector.

Camino de acceso cortado. 24-2-2021


Entrada al polvorín.

Interior de una de las salas del polvorín.


Aljibe, polvorín y faro desde el camino a Fajardo.




NOTAS

(*)La defensa de la Base Naval en época contemporánea. Catálogo de fortificaciones de Cartagena.

(1) La Artillería en la defensa de Cartagena y su Base Naval. Federico Santaella Pascual. Áglaya, 2006.

(2) Carta del rey Felipe III a la ciudad de Cartagena para pedir información sobre el navío corsario francés que se apoderó de una urca alemana que estaba en el puerto, y aplazando su decisión sobre la fortificación de la entrada a éste.

(3) Carta del Marqués de los Vélez ordenando la construcción de la torre de Navidad. Archivo Municipal de Cartagena, Actas capitulares de 1626-1627, folios 198v/199r. Publicada en la revista Cartagena Histórica nº 29, mayo-junio de 2009, pag. 37

(4) Los ingenieros militares en la construcción de la Base Naval de Cartagena. José Mª Rubio Paredes, Álvaro de la Piñera y Rivas. Servicio de publicaciones del E.M.E. 1988

(5) Historia de la Artillería de costa. Ministerio de Defensa.

(6) La Artillería de Costa en el Campo de Gibraltar 1936-2004. César Sánchez de Alcazar, 2007.

(7) Informe sobre el grave estado parcial de conservación de la batería de La Podadera. AFORCA, 2021.



Bibliografía

 - Estudio y catalogación de las defensas de Cartagena y su bahía. La Defensa de la Base Naval en época contemporánea”. Aureliano Gómez Vizcaíno y David Munuera Navarro. CARM, 2002.

 - Estudio y catalogación de las defensas de Cartagena y su bahía. Catálogo de fortalezas de Cartagena.

 - “La Artillería en la defensa de Cartagena y su Base Naval”. Federico Santaella Pascual. Áglaya 2006.

 - www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,522,m,166&r=CeAP-562-PORTADA_CENTRO_AMPLIADO

 - La artillería de Costa en el Campo de Gibraltar 1936-2004. Cesar Sánchez de Alcázar, 2007.

 - www.losfarosdelmundo.com/otros-usos-de-los-faros-3a-parte/

 - www.laverdad.es/murcia/cartagena/201604/23/podadera-faro-olvidado-20160423005337-v.html

 - Atlas político y militar del Reyno de Murcia. Año de 1799. Mimarq, 2005.

 - Carta del rey Felipe III a la ciudad de Cartagena para pedir información sobre el navío corsario francés que se apoderó de una urca alemana que estaba en el puerto, y aplazando su decisión sobre la fortificación de la entrada a éste. 16 de junio de 1614. Archivo Municipal de Cartagena.

 - Los Ingenieros Militares en la construcción de la base naval de Cartagena (Siglo XVIII). José Mª Rubio Paredes, Álvaro de la Piñera y Rivas. Servicio de publicaciones del E.M.E. Madrid, 1988.

 - La fortificación de la base Naval de Cartagena en el siglo XVIII: proyectos, mapas y planos. María del Carmen Melendreras Gimeno. Universidad de Murcia. 2009.

 - La artillería en la Guerra Civil. Material fuera de servicio incorporado a la campaña. Artemio Mortera, José Luis Infiesta. Quirón Ediciones, 2000.

 - Informe sobre el grave estado parcial de conservación de la batería de La Podadera. Juan Lorenzo Gómez-Vizcaíno. Aforca, 2021.

 - IX Jornadas sobre fortificaciones. Arquitectura militar defensiva en la Base Naval de Cartagena. Aureliano Gómez-Vizcaino. Aforca, 2009.

 - Fortificaciones y Artillería en Cartagena y las costas del reino de Murcia. Aureliano Gómez-Vizcaíno.

 - Historia de la Artillería de costa. Ministerio de Defensa. 2014

- www.laverdad.es/murcia/cartagena/primeros-auxilios-podadera-20211106002313-ntvo.html







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